¿Es posible promover el empoderamiento femenino desde la Iglesia?


La pregunta que dá título a este post puede parecer desafiante, ¿Es posible promover el empoderamiento femenino desde la Iglesia?. Muchos lectores me dirán que el feminismo es un mal que se debe combatir, no promover, que la fe cristiana no debe de contaminarse con ideas progres/woke y debemos mantener los valores que dieron vida a nuestra civilización occidental. Sin embargo, en este post te mostraré como, no solo es posible, sino que ya se ha estado haciendo desde la Iglesia.

La Fe cristiana es reivindicadora de derechos de la mujer


Aunque la fe cristiana tradicionalmente ha sido vista como conservadora en temas de género, hay varios puntos de vista y enfoques dentro de la Iglesia que han promovido el avance de la perspectiva de género.

La Iglesia católica, a diferencia de las demás corrientes cristianas ha defendido una interpretación más amplia de las Escrituras, argumentando que la igualdad de género es un valor fundamental en la fe cristiana. Aunque, muy poco difundida, la Iglesia ha hecho declaraciones sobre la promoción de la igualdad de género, la lucha contra la discriminación y la violencia de género y la inclusión de mujeres y personas de la comunidad LGBTQ+ en la vida y liderazgo de la iglesia.




El Papa Francisco en 2013, creó un grupo de trabajo para estudiar la inclusión de mujeres en los ministerios de la iglesia, y en 2016 estableció una comisión para estudiar la posibilidad de permitir que las mujeres sean diáconos. Además, ha hablado en varias ocasiones sobre la importancia de reconocer la dignidad y el papel de la mujer en la sociedad y la Iglesia.

Pero estos cambios no se remontan al pontificado de Francisco, sino, muchos años atrás la Iglesia publicó lo que es hoy uno de los documentos más importantes sobre mujer e Iglesia. Hablamos de la Mulieris Dignitatem

La carta apostólica Mulieris Dignitatem (La dignidad de la mujer) es una carta apostólica escrita por el papa Juan Pablo II en 1988, en la que se aborda el papel de la mujer en la Iglesia y en la sociedad. Es considerada una de las cartas más importantes sobre el tema de la mujer escritas por un pontífice.



Es importante resaltar que nos encontramos delante de un documento eclesial que ante todo afirma, desde la luz de la fe, cual es la dignidad de la mujer y promueve su importante misión en la Iglesia y la sociedad; y al hacerlo, dialoga con la cultura de nuestro tiempo, denunciando en su anuncio los abusos cometidos hacia la mujer, denunciando a su vez los abusos de la cultura machista que tanto daño hacen a la humanidad.

“… estoy convencido de que el secreto para recorrer libremente el camino del pleno respeto
de la identidad femenina no está solamente en la denuncia, aunque necesaria, de las
discriminaciones e injusticias, sino también y sobretodo en un eficaz e ilustrado proyecto de
promoción, que contemple todos los ámbitos de la vida femenina, a partir de una renovada y
universal toma de conciencia de la dignidad de la mujer.”

Sin embargo, y contrario a las corrientes feministas actuales, la postura oficial de la Iglesia Católica es que, hombres y mujeres no son iguales, sino complementarios, proponiendo la idea de que ambos sexos tienen dones específicos que se complementan entre sí. Sin embargo, la carta también señala que esta complementariedad no debe utilizarse como excusa para perpetuar la discriminación o la opresión de la mujer.

La teología de la mujer


Con el papado de Benedicto XVI se dió continuidad a lo ya formulado por Juan Pablo II, cimentando la llamada "teología de la mujer". En varios escritos y discursos durante su carrera como teólogo y pontífice Benedicto XVI se enfocó en la complementariedad de género, argumentando que los hombres y las mujeres son diferentes pero iguales en dignidad.



Avances en la iglesia con temas de genero


En los últimos años, ha habido algunos avances en la Iglesia Católica en cuanto a temas de género y la inclusión de las mujeres. A continuación se presentan algunos ejemplos:


Mayor participación de las mujeres en los ministerios y roles de liderazgo: En muchos lugares, las mujeres han estado asumiendo roles más activos en la Iglesia, como líderes de adoración, catequistas y miembros de la junta parroquial. Además, algunas diócesis han creado programas para la formación de liderazgo para mujeres.

Creación de comisiones para estudiar el papel de las mujeres en la Iglesia: El Papa Francisco ha establecido una comisión para estudiar el papel de las diaconisas en la Iglesia, y otra comisión para estudiar la historia de las mujeres en el diaconado.

Abogacía por la igualdad de género: Algunos líderes de la Iglesia han hablado públicamente sobre la necesidad de una mayor igualdad de género en la Iglesia y en la sociedad en general. Por ejemplo, el Papa Francisco ha hablado sobre la importancia de una mayor participación de las mujeres en la vida pública y en la Iglesia.

Reconocimiento del papel de las mujeres en la Iglesia: En 2018, el Papa Francisco publicó una exhortación apostólica titulada "Gaudete et Exsultate", en la que hablaba sobre el papel de los santos y las santas en la vida de la Iglesia. En este documento, el Papa reconoció la importancia del papel de las mujeres en la Iglesia y pidió un mayor reconocimiento de su contribución.



Hoy en día, hay muchas organizaciones y grupos en la Iglesia que continuan trabajando por promover un feminismo basado en la fe, y algunos teólogos y líderes de la Iglesia han abrazado el movimiento. Sin embargo, todavía hay muchos desafíos en cuanto a la igualdad de género en la Iglesia, y el feminismo cristiano sigue siendo una voz importante en la lucha por la justicia y la inclusión de las mujeres.

¿Es posible conciliar el feminismo y la Iglesia?


Sí, se puede conciliar el movimiento feminista y la Iglesia. Aunque hay desacuerdos en la forma en que algunas cuestiones de género son abordadas por las corrientes feministas actuales, muchas personas encuentran formas de reconciliar sus creencias feministas con su fe católica.

El feminismo busca (en su esencia) la igualdad de género y la inclusión de las mujeres en la sociedad, en la política y en la Iglesia. El catolicismo también aboga por la igualdad y la justicia, y en muchos casos, los valores católicos y los objetivos feministas se alinean.

Hay católicos que se identifican como feministas y trabajan para promover la igualdad de género dentro de la sociedad, promoviendo en conjunto el derecho a la libertad religiosa. A su vez, algunas personas trabajan para aumentar la participación de las mujeres en los ministerios y roles de liderazgo de la Iglesia. Otras personas abogan por el respeto a la fe católica partiendo desde un conocimiento más certero de lo que la Iglesia enseña, procurando desmontar mitos que se han fraguado al rededor de la Iglesia que dan cabida a la discriminación y el rechazo.

¿Y tú qué piensas? ¿Crees que es posible promover el empoderamiento femenino desde la Iglesia? dejanos tu opinión en los comentarios.

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