¿Realmente existe el Diablo?


Probablemente ya conocen de la noticia sobre el Superior General de la Compañía de Jesús, P. Arturo Sosa, que en una entrevista publicada este 21 de agosto de 2019 afirmó que “el diablo existe como una realidad simbólica” y “no como una realidad personal”.

En pocas palabras, Satanás no es real, sino una metáfora.

Las palabras exactas del P. Sosa que leemos en  la revista Tempi, fueron estas:



“Se necesita comprender los elementos culturales para referirse a este personaje. En el lenguaje de San Ignacio es el espíritu maligno que te lleva a hacer las cosas que van contra el espíritu de Dios. Existe como mal personificado en diversas estructuras pero no en las personas, porque no es una persona, es una manera de ejecutar el mal”.

“No es una persona como la persona humana. Es una manera del mal de estar presente en la vida humana. El bien y el mal están en lucha permanente en la conciencia humana, y tenemos los modos para indicarlos. Reconocemos a Dios como bueno, enteramente bueno. Los símbolos son parte de la realidad, y el diablo existe como realidad simbólica, no como realidad personal”.

Ya anteriormente había hecho declaraciones similares, nos referimos a las declaraciones de mayo de 2017, cuando dijo al diario español El Mundo que:

“Hemos hecho figuras simbólicas, como el diablo, para expresar el mal”.

Ante esto caben las preguntas:

¿Existe el Diablo? ¿Satanás es una persona o solo una figura literaria?





En primer lugar analicemos lo que enseña la Iglesia Católica:

En el numeral 319 del Catecismo, la Iglesia Católica afirma la existencia del diablo al enseñar que Satanás es “un ángel caído” que tentó a “nuestros primeros padres”. “La Iglesia enseña que primero fue un ángel bueno, creado por Dios”.

El numeral 395 afirma que “el poder de Satán no es infinito. No es más que una criatura, poderosa por el hecho de ser espíritu puro, pero siempre criatura: no puede impedir la edificación del Reino de Dios”.

Así mismo vale recordar las palabras de San Pablo VI:

“El mal no es solo una deficiencia, sino un ser vivo, espiritual, pervertido y pervertidor. Terrible realidad. Misteriosa y aterradora”, advirtió San Pablo VI

El Papa Francisco en diversas circunstancias ha reiterado con insistencia y fuertemente la realidad del demonio, como en su exhortación apostólica Gaudete et exultate, en la que ha abordado profundamente “sobre la temática demoníaca”.

“Es un combate permanente en el que se necesita fuerza y coraje para resistir las tentaciones del diablo”. Papa Francisco

“Para los tiempos de Jesús se podía entender una enfermedad, como la epilepsia, como una acción demoníaca, sin embargo es necesario reconocer que Jesús ha hecho muchas liberaciones de obsesiones. La acción diabólica confirma la real existencia del diablo y su constante presencia, desde el inicio de la creación, como resulta de las primeras páginas de las Escrituras, en referencia al relato genesíaco de la seducción de la serpiente hacia la primera pareja humana, Adán y Eva”. Papa Francisco.

¿Qué dice la Biblia sobre la existencia de Satanás?


Por su parte Las Escrituras señalan que Satanás es una persona real que vive en un ámbito invisible: el mundo espiritual (Job 1:6).

Además, exponen su personalidad sádica y sus malvados actos (Job 1:13-19; 2:7, 8; 2 Timoteo 2:26). Hasta nos brindan acceso a conversaciones que mantuvo con Dios y con Jesús (Job 1:7-12;Mateo 4:1-11).

¿De dónde salió el Diablo? 


Mucho antes de existir el hombre, Dios creó a los ángeles (Job 38:4-7). Aunque todos ellos eran perfectos y justos, hubo uno que se convirtió en Satanás.

Aquel ángel no recibió el nombre de “Satanás” al momento de ser creado. Más bien, se le aplicó este nombre hebreo —que tiene carácter descriptivo y significa “Adversario”, “Enemigo” o “Acusador”— cuando decidió vivir en oposición a Dios.

¿Realmente existe el Diablo?


Por ello, terminó sucumbiendo al orgullo, así como a sus ansias de rivalizar con Dios y recibir la adoración de los demás seres racionales. Cuando el Hijo primogénito de Dios estaba viviendo en la Tierra, Satanás llegó al punto de pedirle “un acto de adoración” (Mateo 4:9).

Al sembrar la rebelión, este ángel —que hasta entonces había sido digno de confianza— se convirtió en el malvado Satanás, el enemigo de Dios y del hombre. También recibió la designación de “Diablo”, término de origen griego que significa “Calumniador”. A fin de conseguir que otros ángeles se unieran a su rebelión y desobedecieran a Dios, el promotor del pecado recurrió a engaños como los que había empleado con Eva (Génesis 6:1, 2;1 Pedro 3:19, 20).

Los ángeles rebeldes no contribuyeron nada a que mejorara la situación de la humanidad. Por el contrario, la consecuencia de que imitaran a Satanás y su egoísmo fue que “la tierra se llenó de violencia” (Génesis 6:11; Mateo 12:24).

Satanás es un ser real, no un simple símbolo de la maldad.


El Diablo quiere que pensemos que no existe, y él busca todo los medios para que las personas pensemos eso, influenciando incluso a personas dentro de la misma Iglesia.

¿Por qué Satanás no quiere que sepamos de su existencia?

Sus razones son similares a las de un mafioso que oculta su identidad a fin de poder seguir con sus fechorías sin ser descubierto. Por ello la Iglesia siempre insistirá en afirmar su existencia.

LO QUE USTED PUEDE HACER CON RESPECTO A LA ACCIÓN DE SATANÁS EN EL MUNDO


Aunque no tiene por qué temer a Satanás, sí debe tener cuidado. Leyendo las Escrituras conocerá sus tácticas y aprenderá cómo manipula a la gente; así no estará “en ignorancia de sus designios”, o intenciones, y evitará caer bajo su control (2 Corintios 2:11).

La Biblia dice: “Opónganse al Diablo, y él huirá de ustedes” (Santiago 4:7). Si sigue los sabios consejos de las Escrituras, estará protegido de los engaños de Satanás (Efesios 6:11-18).

No olvides compartir en tus redes sociales para que más personas tengan el conocimiento de la verdad.

Paz y bien.

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