¿Es bíblico confesarse a un sacerdote?



Sí, y ya les diremos el porqué.





Bienvenidos nuevamente a tu blog, Esta es la fe.  en donde analizamos en base a la revelación escrita o de manera oral (2 Tesalonicenses 2:15) todas las enseñanzas de nuestra madre Iglesia.





Esta vez contestaremos a la pregunta:






¿Es bíblico confesarse a un sacerdote?








El
apóstol San Juan dicta una verdad clave, si confesamos nuestros pecados
Dios nos perdonará 
(1 Juan 1:9). La misericordia de Dios
es tan grande que no existe pecado que Él no pueda perdonar siempre y cuando
este ha sido confesado
 (A excepción del pecado contra el Espíritu
Santo, que es negar la gracia de Dios para salvarnos, Mateo 12:22-37)





La
Biblia nos da muchas referencias a la confesión, por ejemplo en 
el libro de Proverbios 28:13 es claro en afirmar que el que no confiesa
sus pecados no prospera
. ¿Realmente quieres prosperar en tu vida
espiritual? entonces debes acudir a la confesión.





Sin embargo cabe
una pregunta más: ¿La confesión es directa con Dios o con un sacerdote?





Veamos para eso
qué dice el Apóstol San Santiago 5:14 -16





Esta no es una
sugerencia, es una orden que da el que fue Obispo de Jerusalén, el Apóstol
Santiago, Llamen al Presbítero ¡Confiesen sus pecados unos con otros! Dejando
entrever que la confesión no es directamente con Dios a como muchos creen, es
con otra persona.













Pero, ¿Qué
poder tiene un sacerdote para perdonar pecados?
 Si sólo Dios perdona los pecados ( Marcos 2:7
). 





Precisamente
solo el Padre puede hacerlo y Jesús porque Jesús es el Hijo de Dios, Asi dijo
de sí mismo: "El Hijo del hombre tiene poder de perdonar los pecados en la
tierra" (Marcos 2:10) y él ejerce ese poder divino: "Tus
pecados están perdonados" (Marcos 2:5; Lucas 7:48).
y luego lo trasnmite con el poder del Espiritu santo al al momento de
recusitar, escrito en el
 Evangelio según San Juan
20:21-23





Este poder
otorgado por Jesús, no lo dio a todo el mundo, ni a todos los creyentes, sino a
sus discípulos, y sus discípulos al encomendar presbíteros y obispos, les
transmitieron este poder. Y para saber que pecados se deben perdonar y cuales
ocupan retener es necesario confesarlos, de eso no hay duda. Por eso en la
absolución el sacerdote levanta sus manos, señal de adoración al Espíritu
Santo.





Pero, ¿Qué
sucede si no confieso todos mis pecados?





 Leer del
Libro de Levítico 5:5





Debemos de
confesar TODOS nuestros pecados, no solo algunos, sino cada falta cometida,
solamente así obtendremos el perdón, además esa confesión debe de ser motivada
por el arrepentimiento y el firme propósito de no volverlo hacer. No es
cuestion de que hoy vamos a la disco a beber y mañana nos confesamos. No, la
confesion no funciona asi.





¿Qué
nombres recibe este sacramento?





Esto lo explica
magistralmente el catecismo de Nuestra Iglesia:





- Se le denomina sacramento
de conversión
 porque realiza sacramentalmente la llamada de Jesús a la
conversión (cf Marcos 1:15), la vuelta al Padre (cf Lucas 15:18)
del que el hombre se había alejado por el pecado.





- Se denomina sacramento
de la penitencia
 porque consagra un proceso personal y eclesial de
conversión, de arrepentimiento y de reparación por parte del cristiano pecador.





- Se le denomina sacramento
de la confesión
 porque la declaración o manifestación, la confesión de
los pecados ante el sacerdote, es un elemento esencial de este
sacramento. 





En un sentido profundo este
sacramento es también una "confesión", reconocimiento y alabanza de
la santidad de Dios y de su misericordia para con el hombre pecador.





- Se le denomina sacramento
del perdón
 porque, por la absolución sacramental del sacerdote, Dios
concede al penitente "el perdón [...] y la paz" (Ritual de la
Penitencia
, 46, 55).





- Se le denomina sacramento
de reconciliación
 porque otorga al pecador el amor de Dios que
reconcilia: "Dejaos reconciliar con Dios" (2 Corintios 5:20).
El que vive del amor misericordioso de Dios está pronto a responder a la
llamada del Señor: "Ve primero a reconciliarte con tu hermano" (Mateo 5:24).


 




Así que te invitamos a confesarte, sabemos que puede parecerse vergonzoso, pero esa pena que experimentamos nos debe de recordar la mirada constante de Dios sobre nosotros, y es precisamente ahi, cuando pecamos frente a sus sagrados ojos cuando debemos de experimentar la mayor vergüenza posible.





¿Alguna vez había comprendido que la Confesión
proviene del don del Espíritu Santo? ¿Quiero vivir realmente según el Espíritu
de Dios? ¿Intentaré acercarme más frecuentemente al sacramento de la confesión?
¿Qué me lo impide?


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Paz y bien.









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